La Oficina del Examinador Médico de Miami-Dade confirmó este miércoles que las dos niñas que murieron tras el accidente marítimo ocurrido en la Bahía de Biscayne fallecieron por ahogamiento accidental. El incidente, que ha conmocionado a la comunidad local e internacional, ocurrió el pasado lunes durante una jornada de entrenamiento juvenil de vela.
Las víctimas fueron identificadas como Mila Yankelevich, de 7 años, y Erin Ko Han, de 13. Ambas participaban en un campamento de verano del Miami Yacht Club, cuando el velero en el que navegaban fue embestido por una barcaza industrial entre las islas Hibiscus y Monument.
Según los primeros reportes de las autoridades, al momento del impacto seis personas se encontraban a bordo del velero: cinco menores y una instructora de 19 años. Tras la colisión, todos cayeron al agua. Equipos de rescate acudieron rápidamente a la zona, pero no pudieron evitar el fatal desenlace para Mila y Erin.
El caso ha generado una ola de consternación por las edades de las víctimas y el contexto del accidente. Mila, nacida en Argentina, era nieta de la reconocida productora Cris Morena y del empresario Gustavo Yankelevich, mientras que Erin, originaria de Chile, había llegado recientemente a Miami junto a su familia.
El accidente continúa bajo investigación. La Guardia Costera de EE. UU. lidera las pesquisas para determinar responsabilidades. Se están revisando las licencias del personal a cargo de la barcaza, los registros de navegación, y los resultados toxicológicos de quienes estaban operando las embarcaciones involucradas.
Por ahora, las autoridades no han presentado cargos, pero el padre de Erin Ko Han rompió el silencio esta semana para exigir justicia. «Necesito saber qué pasó. Alguien tiene que responder por esto», dijo a medios locales.
Mientras tanto, el Miami Yacht Club suspendió temporalmente todas sus actividades juveniles y ha ofrecido apoyo psicológico a las familias y compañeros de las víctimas.
Este trágico episodio ha reabierto el debate sobre los estándares de seguridad marítima en zonas de alta actividad recreativa, especialmente durante el verano, cuando decenas de campamentos infantiles operan en las costas del sur de Florida.