MIAMI, FL — 4 de agosto de 2025.
El empresario cubanoamericano Michael B. Fernández confirmó este lunes que se encuentra detrás de la campaña de vallas publicitarias y anuncios digitales que desde hace semanas han generado controversia en el sur de la Florida por sus mensajes en defensa de los inmigrantes y sus críticas a legisladores locales.
La revelación se produjo tras una serie de amenazas que Fernández calificó como “actos intimidatorios”. En una entrevista con el diario El País, el magnate de 73 años detalló que decidió abandonar el anonimato luego de recibir una nota amenazante junto a carne cruda en la entrada de su vivienda, y tras ser increpado por un desconocido en la vía pública.
“No voy a permitir que el miedo calle lo que sé que es correcto. Si tengo que gastar 30 millones de dólares en esta lucha, lo haré”, declaró Fernández.
Las vallas, firmadas por el grupo Keep Them Honest, exhiben frases como “Deportar inmigrantes es cruel”, acompañadas de imágenes de los congresistas María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez, todos de ascendencia cubana y representantes del sur de Florida. La campaña también ha denunciado la creación de un nuevo centro de detención para inmigrantes en la región, apodado “Alcatraz del Pantano” por activistas locales.
Fernández, veterano del ejército estadounidense e inmigrante que llegó a Estados Unidos desde Cuba en 1965, aseguró que su motivación es puramente humanitaria. Aunque fue un importante donante del Partido Republicano en el pasado, hoy se declara políticamente independiente.
El empresario también ha financiado becas para jóvenes indocumentados y mantiene su compromiso con otras iniciativas educativas y sociales en favor de comunidades migrantes.
Desde la publicación de su identidad, la campaña ha tomado un nuevo impulso. Diversas organizaciones de derechos civiles han expresado su respaldo a la posición de Fernández, mientras que representantes políticos aludidos han guardado silencio o emitido declaraciones breves rechazando los señalamientos.
Fernández insiste en que su intención no es polarizar el debate, sino invitar a una reflexión sobre el rumbo que ha tomado el discurso migratorio en el país.
“Yo viví en carne propia lo que significa huir, llegar sin nada y ser acogido. Mi compromiso es con la dignidad humana, no con partidos ni ideologías”, concluyó.